Mañana dará inicio la vigesimoquinta Conferencia de las partes - Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Tras rechazar su celebración Bolsonaro por ser cara (Mientras el Amazonas, entre otras muchas masas forestales en el globo, sobre todo en el hemisferio sur y siendo invierno allí, ardía en grandes extensiones, y encima se ha atrevido a culpar a Leonardo di Caprio) y no poder hacerse en Chile debido a las protestas, se realizará en Madrid. Mas que nada por ser la capital del país, ya que por mucho que sea Green capital, los datos de contaminación atmosférica son incontestables y muy mejorables. Hilarantemente su alcalde se jactaba de que ganaría al de Vigo en mayor alumbrado, por esas festividades aconfesionales para la administración, que además se encienden justo cuando deben. (No, si son luces led, que gastan menos, pero ponemos tantas que gastan más que cuando usábamos las convencionales).
¿Se conseguirá sacar definitivamente algo claro? Esperemos que sí, lo de la declaración de emergencia climática queda sólo como institucional, porque hace tiempo que se va tarde. Ya van demasiadas con poco hecho y con, nuevamente, la ausencia de los más contaminantes del planeta, que en esto si se ponen de acuerdo dejando a un lado su guerra comercial.
