Puede parecer mentira, pero después del revuelo levantado con el despido de Pepu Hernández y la contratación de Aíto García Reneses, ahora tras lograr la plata olímpica con la selección de baloncesto dice que se marcha. ¿Huída tras lo logrado por miedo a no conseguir alcanzar las expectativas? Podría ser el suspicaz pensamiento de cualquiera, pero el aduce que prefiere entrenar de continuo y no a temporadas como realizan los combinados nacionales. ¿Volverá de nuevo a Unicaja? Otra incognita como la que se le presenta ahora a la federación ante la disyuntiva de elegir un nuevo seleccionador.
